Un relato en el que Martín Gaite ha conseguido una ficción muy amena gracias a sus dotes de hábil narradora.
Sara Allen es una niña de diez años que vive en Brooklyn. Su mayor deseo es el de ir sola a Manhattan para llevar a su abuela una tarta de fresa. La abuela de esta moderna Caperucita ha sido cantante de music-hall y se ha casado varias veces.