¿Existen humanos a quienes no les gusten las historias, los relatos, las narraciones, ya sean reales o de ficción? ¿Existen humanos a quienes no les encandilen las imágenes? Es posible, aunque son casos extremadamente raros. Por eso, porque unen aficiones tan poderosas para la mayoría de nosotros y nosotras, los relatos audiovisuales nos fascinan y nos "enganchan".
Pero debemos ser conscientes de que el placer y el entusiasmo que nos procuran potencian igualmente su capacidad para modelar nuestros gustos, nuestros sueños y nuestras expectativas.
Hay quien ingenuamente se cree inmune a sus mensajes. Pero no, nadie lo es. La única manera inteligente de no "tragar" con cualquier cosa que las pantallas nos cuenten es tener criterios y claves de intepretación.
ES decirlo, lo que nos libera no es la ignorancia, sino el conocimiento.
Este libro pretende ayudaros en ese camino y hacer que disfrutéis mucho más de los relatos audiovisuales, sabiendo que, como dijo Amelia Valcárcel, "ser individuo no es asunto individual".