Jesús Marchamalo nos regala una entrañable semblanza de Franz Kafka.
Jesús Marchamalo y Antonio Santos se vuelven a unir para ofrecernos un retrato ilustrado de un clásico.
«Un día, asomado a una ventana de la casa de sus padres, junto a su profesor de hebreo, allí en la vieja Praga, fue indicando con el dedo, cuidadoso, despacio, los lugares de la ciudad que, como puntos cardinales ?Norte, Sur, Este, Oeste?, delimitaban su mundo diminuto. Ahí, en la calle Celetná ?señaló?, el Instituto; detrás, sobre la línea opaca de tejados, cúpulas y buhardillas, la Universidad, donde se licenció en Derecho, y a la izquierda, un poco más arriba, la oficina...»