Elefante, un guisante es un divertimento literario protagonizado por varios animales: el león, la pantera, la gacela, la gallina, la rana... a cada uno se le antoja una fruta y, recorriendo la sabana, buscan donde saciar su apetito. Se trata de un relato humorístico de estructura acumulativa y repetitiva que establece un divertido juego de palabras rimadas, por lo que resulta especialmente indicado para ser contado a primeros lectores.
Rafael Ordóñez enriquece el texto con fragmentos narrativos y diálogos entre los personajes, de modo que el alcance de esta obra se hace extensivo también a lectores autónomos. Prolongando el juego literario, Marc Taeger experimenta con los colores y las formas: los animales son representados con gamas cromáticas atípicas y figuras esquemáticas hechas artesanalmente con la técnica del linograbado, con la que logra un aspecto rústico para este álbum que transmite dinamismo.
...Una fauna mansa y vegetariana que se completa con la aparición de un elefante comilón e insaciable