El Pequeño Rey intenta desesperado conciliar el sueño. Lo conseguirá gracias a una orquesta de grillos, cigarras y chicharrones que él mismo dirige. Buenas noches, queridos niños... que duerman todos tan bien como el Pequeño Rey. El humor es el ingrediente fundamental de estas historias desenfadadas, a veces bizarras, y siempre tiernas, protagonizadas por un personaje inolvidable.