En nuestro cohete imaginario, visitaremos los planetas de nuestro Sistema Solar. Mercurio es el más cercano, pero no tiene aire y además o te asas o te congelas en él. La atmósfera de Venus es venenosa. Marte podría estar bien, pero siempre tendríamos que estar en un refugio adaptado. Robert E. Wells explica por qué la Tierra es el lugar perfecto para las plantas, los animales y las personas y lo que podemos hacer todos para que nuestro planeta tan especial siga siendo saludable.